073.- MAGLIA ROSA BANESTO

Miguel Induráin en una de tantas ocasiones en que se subió al pódium del Giro de Italia a recibir la maglia rosa de líder. Al lado, el Camaleón con una réplica de cremallera completa.

Miguel Induráin ganó el Giro de Italia en los años 1992 y 1993, siendo el primer español en lograr ganar la carrera rosa. Comenzó la ronda bien, puesto que ya en la segunda etapa se puso líder gracias a un corte y al ganar la contrarreloj al día siguiente afianzó su situación. La cosa se le puso aún más de cara en la novena etapa, en la que el anterior ganador, Franco Chioccioli, perdió tres minutos y medio. No obstante, al día siguiente Coppino (como era apodado Chioccioli por su parecido con el gran Fausto, tanto en sus aptitudes para la escalada como en su físico —sobre todo en su nariz—), da una muestra de coraje y recorta en dos minutos y medio la desventaja. Pero, en términos generales, Induráin aguanta bien las embestidas de Chiapucci y Chioccioli en los Dolomitas. No quiero dejar de hacer referencia a que en ese Giro hubo una etapa en la que el español González Arrieta estuvo muchos kilómetros escapados, si bien finalmente fue cazado y superado por Bolts, que ganó la etapa, pese a que previamente había sido Ramontxu quien había dejado al alemán. Quizá no calculó bien sus fuerzas, pero fue una verdadera pena que el vizcaíno se quedara con la miel en los labios. En la última etapa, una crono de sesenta y seis kilómetros en Milán, Miguel dobla a Claudio Chiapucci y le deja en la general a más de cinco minutos, sellando así su gran victoria. Aquel año se comienza a dejar ver Pavel Tonkov, que acaba séptimo y tendría todavía mucho que decir en sucesivas ediciones del Giro de Italia.