083.- MAILLOT AMARILLO TOUR REYNOLDS

La alegría de Perico Delgado, lógica tras tantos años esperando el momento de ganar el Tour, contrasta con la tranquilidad del Camaleón, que está acostumbrado a vestir las más preciadas prendas del ciclismo internacional, aunque en esta ocasión lleva una imitación con cremallera entera. 

Pedro Delgado había estado a punto de ganar el Tour en 1987 con el PDM, aunque Roche le había dejado con las ganas. Así que cuando el segoviano regresa al Reynolds, el objetivo era conseguir al fin imponerse en la ronda francesa. Delgado no va a la Vuelta, sino al Giro, como preparación del Tour. En la Grande Boucle todo va según lo previsto y en la etapa de Alpe d'Huez Perico se viste de amarillo, y así se mantendrá hasta el final de la carrera. En esa etapa, Induráin trabaja endureciendo la carrera en el Glandon, relevado por Omar Hernández. En un momento determinado, los únicos rivales que pueden inquietar al segoviano son Hampsten y Lucho Herrera. Cuando ve flaquear al colombiano se lanza al ataque, todavía en el Glandon, y sólo le sigue Rooks, que gana la etapa. A partir de ahí el dominio de Perico es incontestable e incluso se impone en la crono de Villard-de-Lans. Al final de la carrera aventaja en más de siete minutos al segundo clasificado, Steven Rooks, y en casi diez al colombiano Fabio Parra, tercero en París. Finalmente logra su sueño, durante tanto tiempo perseguido, y se convierte en el tercer español en imponerse en la carrera por etapas más importante del mundo.