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Perico se fue a Bélgica para mejorar como ciclista. En 1986 y 1987 corrió en el PDM. En la Peña Cabarga, marcha cicloturista organizada por su ex compañero en Reynolds, Enrique Aja, se entregó como obsequio un maillot que insertaba la firma del segoviano con un diseño inspirado en el jersey del PDM, que es el que lleva el Camaleón en la foto.

Pedro Delgado abandona el Orbea al acabar 1985 y se va al PDM para correr con su nueva escuadra los años 1986 y 1987. El equipo holandés es patrocinado por una empresa de cintas de cassette y de vídeo, negocio en auge entonces. Delgado quiere mejorar en las cronos y adquirir experiencia internacional. Hasta entonces había conseguido una Vuelta y en el Tour había llegado a quedar sexto, pero sus aspiraciones eran mayores. El primero de esos años, en la Vuelta, Delgado acaba en un discreto décimo puesto. Iba tercero al iniciarse la etapa de Sierra Nevada pero, afectado por una gripe, pierde diez minutos. En el Tour de 1986 Perico, que iba bien clasificado y luchaba por el podio, recibió la triste noticia del fallecimiento inesperado de su madre y abandonó la carrera. En la Vuelta de 1987 Delgado termina en cuarto lugar, aunque sin demasiadas opciones de triunfo a lo largo de la prueba. No obstante, sus miras están en el Tour. Perico esta vez empieza la carrera sin perder mucho tiempo en el llano y en las cronos anteriores a la llegada de su terreno. Al llegar la montaña, el segoviano rinde como se espera de él y tras la etapa con final en Alpe d’Huez se coloca por primera vez como maillot amarillo. No obstante, quedando todavía por disputarse una contrarreloj y siendo inferior en esta especialidad a su rival, el irlandés Stephen Roche, necesita sacarle más tiempo. Lo intenta Delgado, especialmente en la etapa con final en la Plagne, pero no logra su objetivo y llega a la crono decisiva con una exigua renta que no puede mantener, perdiendo el Tour con Stephen Roche por sólo cuarenta segundos.