112.- REYNOLDS 1983

 

Echávarri posa orgulloso entre Perico Delgado y Ángel Arroyo, que tan buen Tour hicieron en 1983. El Camaleón con un maillot actual y de cremallera entera homenajea a los dos grandes ciclistas castellanos.

En el año 1983 el Reynolds tiene unos resultados sorprendentemente exitosos en el Tour de Francia, que nadie esperaba. En la segunda etapa, crono por equipos de cien kilómetros, el Reynolds queda décimo y pierde casi seis minutos. En  la etapa de pavés con final en Roubaix sólo Arroyo salva los muebles, mientras Delgado se deja diez minutos, lo que supone siete minutos y medio respecto a Fignon y al abulense. En la sexta etapa, contrarreloj individual, Gorospe brilla, quedando tercero a poco más de un minuto del ganador, mientras que Perico y Arroyo no pierden mucho respecto a los favoritos. Cuando llega a la montaña, la durísima etapa décima con las subidas clásicas pirenaicas, se produce una auténtica revolución. La etapa la gana Millar, Perico es segundo a seis segundos y la general sufre un vuelco. Pascal Simon se viste de amarillo con una cómoda ventaja, pero al día siguiente se rompe el omóplato y tras unos días de agonía debe abandonar la ronda francesa. En la cronoescalada al Puy de Dôme se da la doble alegría de la victoria de Arroyo y el segundo puesto de Delgado y, sobre todo, se empieza a ver que el segoviano tiene opciones a la victoria final. En Alpe d'Huez, Fignon y Delgado llegan casi juntos, mientras que Arroyo pierde un tiempo precioso al hacer un mal comienzo de etapa, si bien no se hunde completamente porque en la parte final se recupera y reduce la pérdida. En la decimoctava etapa, con final en Morzine, la expectación en España es máxima: Perico está a menos de un minuto de Fignon y en la montaña se le ve superior al parisino. Sin embargo, ese día sufre unos problemas digestivos y dice adiós a sus opciones, perdiendo veinticinco minutos. El que está ascendiendo puestos en la general es Arroyo, aunque a estas alturas no puede rivalizar por el triunfo final con Fignon quien, poco a poco, ha ido asentándose y ganando confianza, hasta el punto de lograr imponerse en la contrarreloj final. Ángel Arroyo queda segundo en esa etapa y consolida su segundo lugar en el podio final. Ha sido un gran Tour de los españoles, no sólo por el segundo puesto de Ángel Arroyo y las cronos de Julián Gorospe, sino también por las esperanzas que se generan respecto al futuro del joven Perico Delgado.