029.- CAMPEÓN DEL MUNDO (SIMPSON)

Tom Simpson, feliz con su maillot de campeón del mundo, que lleva la publicidad de su equipo, Peugeot. Al lado, el Camaleón con una réplica en licra y de cremallera larga.

Thomas (Tom) Simpson, sexto en el Tour de 1962, campeón del mundo en Lasarte en 1965, ganador de Flandes, San Remo y Lombardía, que también se anotó dos triunfos parciales en nuestra Vuelta, murió en el Mont Ventoux en 1965 a los veintinueve años de edad. En un Tour caluroso, en un día demasiado caluroso incluso para ese tórrido Tour de Francia, tocaba subir al Mont Ventoux. Era todavía época de asaltar bares para saciar la sed, y así dicen que ocurrió aquel día. Al parecer, uno de los compañeros de Simpson, Colin Lewis, fue uno de los asaltantes del bar y le pasó una Coca-Cola a su líder, que la bebió de forma inmediata. Le preguntó por alguna otra bebida más y como únicamente tenía coñac, Tom optó por darle un buen trago para ver si así se ponía a tono. Simpson lanzó un ataque al iniciarse la subida al Mont Ventoux, pero no era su día. Varios ciclistas, entre ellos el gran escalador español Julio Jiménez, le rebasaron, aunque los seguía teniendo a tiro, pero según el calor se fue haciendo mayor, Simpson comenzó a pedalear de forma crecientemente errática. La tradición dice que cayó varias veces y que en la última, a poco más de un kilómetro del alto, donde hoy tiene su monumento, pidió que le volvieran a subir a la bici ("put me back on the bike"). Pese a las asistencias médicas, Simpson, que fue evacuado en helicóptero, fue declarado fallecido poco después. Al parecer, había consumido anfetaminas y entre eso, el alcohol y el asfixiante calor había sufrido una fuerte deshidratación. También se puede pensar que, independientemente de ello, fue su orgullo, el querer seguir cuando lo sensato era parar, lo que causó su muerte. Que fue un fallecimiento por coraje, aunque fuera mal entendido. La muerte de Simpson en el Tour fue determinante para que se establecieran los controles antidopaje. Tras pensar en abandonar, el equipo británico siguió en carrera al día siguiente, si bien en el pelotón se pactó que los compañeros de Simpson entraran en cabeza. El primero en rebasar la línea, Barry Hoban, lo hizo entre lágrimas. Dos años después, Barry se casaría con la viuda de Simpson y criaría a las dos hijas de Tom, junto con la niña que tuvo con su esposa.