103.- PEUGEOT AJEDREZADO
103.- PEUGEOT AJEDREZADO
Bernard Thévenet, en plena escalada y, a su lado, el Camaleón con
un maillot obsequio de la marcha retrociclista La Pedals de Clip, de clara
inspiración en el jersey de Peugeot.
Peugeot fue una empresa que comenzó haciendo molinillos de café, pero que, en lo que interesa, se introdujo desde 1885 en el mundo de la bicicleta. A partir de 1963 su equipo ciclista, ya con mucha historia detrás, empieza a usar el maillot blanquinegro. Me estoy refiriendo al jersey ajedrezado en negro sobre fondo blanco, prenda elegante y sobria y al mismo tiempo muy original, claramente identificable y diferente del resto. Con ese maillot a mí me vienen a la mente, ya con la tele en directo, las imágenes de Pascal Simon, quien quizá pudo ganar el Tour de 1983, o a quien conocimos como Robert Millar y ahora después de su transición es Philippa York, con sus buenas apariciones en la primera mitad de los 80 y sus duelos con Delgado en el Tour y en la Vuelta. Sin embargo, para mí el hombre más representativo con ese jersey blanco y sus cuadros negros es el francés Bernard Thévenet. Me centraré en este ciclista y más concretamente en el Tour de 1975. Ese año la ronda francesa asistía a la posibilidad de que Eddy Merckx consiguiera lo que nadie había logrado: ganar seis veces la más importante gran vuelta. Pero, como dice la canción de Los Módulos, todo tiene su fin. El aplastante dominio de Eddy no podía ser eterno, y efectivamente ese año Bernard Thévenet, en la etapa que acababa en Pra-Loup, destrona a Merckx, le arrebata el maillot amarillo y pone fin a una era. No debe olvidarse que en la etapa anterior, en el Puy de Dôme, Merckx había sido víctima de un puñetazo de un vándalo que, además de hacerle perder algo de tiempo, le dejó tocado y con el hígado dolorido. Lo cierto es que en la etapa siguiente, la de Pra-Loup, tras un día de descanso por medio, el Caníbal pasa al ataque e incluso inicia la última subida del día destacado, pero finalmente tiene un fuerte desfallecimiento y Thévenet se viste de amarillo. Merckx siguió plantando cara hasta el final del Tour con una gallardía encomiable, demostrando, también en la adversidad, su espíritu de gran campeón y dando con ello más valor a la victoria de Thévenet. El francés ganaría otro Tour, en 1977, pero con esa victoria entró en una decadencia prematura. No obstante, habiendo ganado dos veces el Tour, ¡que le quiten lo bailao!
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